Asistencia legal, psicológica… Acompañamiento.

Atrás quedaron aquellos tiempos en que había gran necesidad para los refugiados en Grecia de operaciones de alimentos y campañas de tres comidas calientes al día como hicimos el pasado año, por ejemplo, con REMAR S.O.S.

Al menos esta afirmación es válida para la gran mayoría de refugiados registrados en el país como tales a día de hoy, puesto que las dotaciones económicas de las Instituciones Europeas y Agencias Gubernamentales siguen fluyendo hacia el país heleno (entre otros) y los campamentos evolucionan con carácter de largo plazo como corresponde a la previsión de solucionar esta «crisis de los Refugiados» en Europa. Vamos a tener refugiados para rato. No hay solución a corto plazo posible a la vista.

Incluso para aquellos que son tildados de migrantes económicos, si se encuentran dentro de instalaciones gubernamentales, las comidas proporcionadas suelen ser servidas en cantidad y calidad prácticamente suficiente. La excepción en este sentido la protagonizarían aquellos solicitantes de asilo en potencia que se alojan en régimen clandestino, esto es, que se concentran en torno a asentamientos no oficiales. Afortunadamente para todos, infatigables grupos de luchadores voluntarios se ocupan de cubrir esta necesidad vital primaria día tras día, mes tras mes. En Lesbos hay que hacer mención a No Border Kitchen. En Tesalónica y norte de Grecia, a nuestros compañeros de Acción Directa Sierra Norte y su Móvil Kitchen.

Pero tanto en Lesbos como en Atenas como en todas partes en Grecia, la principal batalla ahora, en estos tiempos de una afluencia moderada de botes procedentes de Turquía, se está librando en el terreno jurídico. Y la principal necesidad de los solicitantes de asilo es de tipo legal. ¿Les sorprende? No debería…

Sher Afzal no pudo volver a presentarse en la oficina de asilo central de Atenas el pasado 5 de mayo, tal como le habían indicado al no recibirle el pasado 21 de abril como le correspondía. La policía de Mytilene no le dejó subir al ferry al Pireo. Lo tiene que haber pasado mal Sher en esos instantes, pero él tiene suerte. Su abogado, aquel abogado al que le acompañamos en junio de 2016 y cuyos honorarios costeamos con nuestros fondos, ya se está ocupando del asunto. Él le dirá a Sher cuando le recibirán para una entrevista que no llega. Sí, Sher es un «privilegiado». Con su sueldo de la ONG para la que trabaja de intérprete puede asumir los honorarios que genere esta nueva asistencia legal.

Muy diferente es el panorama para el también paquistaní Umar Shezhad. Encerrado en el centro de detención de Corintos desde el pasado septiembre de 2016, la policía le acaba de decir que debe permanecer mínimo seis meses más. La única respuesta que Umar parece obtener de los agentes de turno es que «the law has changed» («la ley ha cambiado»).

Umar no tiene abogado. Por tener, no tiene a nadie en Grecia. Un «amigo» paquistaní residente de tiempo en Atenas había intermediado con una abogada privada para ver si ésta podía ayudarle de alguna manera a salir del centro. Cuando yo estuve en noviembre pasado (2016) en Atenas y le visité en Corintos, contacté y logré hablar con esta abogada por teléfono. Esta me confesó incómoda que no quería saber nada del caso. Que ella quería ayudar por su buena voluntad. Pero que entre los papeles de Umar se encontraba en su poder un documento falsificado… Y me pedía que me lo llevara si quería… Me faltó tiempo entonces para indagar más. Hasta hoy día no he visto ese documento al que se refería… Pero tampoco necesito verlo. Hoy Umar no conserva ni a la abogada ni a aquella amistad… ¿Qué destino le espera? A mí lo que me sorprende, es que no le hayan deportado aún…

Está claro que las deportaciones se están produciendo desde las islas del Egeo mayoritariamente, y que la mayoría de las personas deportadas son de las nacionalidades que son (africanas, paquistaníes, Bangla Desh…) Pero las personas como Umar, sin ser deportadas, están viendo continuamente violados muchos de sus Derechos fundamentales: libertad de movimiento como todos; derecho a no ser encarcelado sin un juicio justo… Derecho a un abogado; derecho a asistencia médica suficiente… En nuestra última conversación Umar me decía que hacía días que tenía un dolor en la boca, pero que el policía de turno le decía siempre que el médico venía mañana. Si no tienen asistencia médica, ¡cómo hablar de los psicólogos a los que también tienen derecho!

Estén atentos a las próximas noticias nuestras pues es bastante probable que reactivemos nuestra campaña de crowdfunding para contratar abogados privados especialistas en asilo, como hicimos en su momento con Sher. Aunque sea prácticamente imposible que a Umar le concedan protección internacional, eso no quita que sus derechos fundamentales puedan ser violados junto con todos sus compañeros penitenciarios sin que a nadie le importe. En estas fechas estamos en conversaciones con las distintas organizaciones que prestan asistencia legal en Grecia, buscando la que nos pueda aceptar el caso… Pero, de momento, no encontramos ninguna que atienda a aquellos recluídos en un centro de detención…

Seguiremos informando.